La actividad requiere lo siguiente:
- Indicar el caso escogido en el módulo 2
- Seleccionar la medida organizativa que consideremos más indicada para trabajar el caso escogido, en el contexto de nuestro centro escolar.
- Desarrollar un protocolo de actuación
1. Exposición del caso y su vinculación con el contexto.
El caso elegido para la tarea del Módulo 2 fue el de una situación de riesgo en la que un alumno presenta cierto aislamiento-rechazo y comienza a recibir conductas agresivas (caso 4), comenzaremos con una breve descripción del contexto.
El Centro es un Instituto de Educación Secundaria (en el que llevo trabajando cuatro años) de tamaño medio situado en una localidad del sur de la Comunidad de Madrid. En el Centro se observa un importante número de alumnos de procedencia inmigrante (sin que se aprecien graves signos de disgregación o problemas de convivencia asociados a esta característica). En cuanto a motivación/rendimiento se aprecia un nivel medio, aspecto que he tenido en cuenta a la hora de seleccionar la Metodología Activa que aplicaré en este caso; hay en los últimos años una preocupación por la buena convivencia en el centro y se implantan planes de mejora para disminuir las sanciones y castigos a 7ª horas.
Los grupos son bastante heterogéneos ya que casi todo el alumnado procede de dos Colegios de Educación Primaria de la localidad y de pueblos del área de influencia de la zona; por lo que las relaciones entre ellos son bastante normales, casi todos ya se conocen y es muy difícil romper el aislamiento socioemocional de aquellos grupos ya formados (característica que también tendré en cuenta a la hora de abordar las medidas y estrategias organizativas en los Planes del Centro y en la organización del aula).
Como medida organizativa de Centro este curso se ha decidido a implantar el modelo de Aula-Materia, por lo que los alumnos no se quedan en ningún momento solos en el aula y se desplazan hacia las aulas que les corresponden.
Este curso también se ha decidido utilizar la herramienta Socioescuela y pasarlo a las cuatro clases de 1º y 2º de la ESO para conocer las relaciones establecidas en el aula y posible casos de aislamiento o dificultades de relación.
El grupo analizado en el sociograma proporcionado por la herramienta SocioEscuela se caracteriza por estar compuesto por 31 alumnos (que han realizado el test, aunque solo aparecen representados 30 en el sociograma y uno de ellos, el más votado que es el alumn@ 30 no ha realizado el test), de los que el 45% son chicas, con una edad media de 15 años.
Manifiestan que se sienten bien en la clase y que tienen bastantes amigos, pero también indican que existen algunos conflictos entre ellos y que el clima en el aula hace difícil estudiar porque no hay suficiente orden y tranquilidad.
Como ventaja, se identifican 5 alumn@s prosociales que podrían permitirnos articular una respuesta de intervención efectiva basada en la ayuda entre iguales (alumnos 30, 25, 20, 4 y 11). No obstante, deberemos modificar su ubicación en el aula para que nos permita hacer frente a posibles episodios de rechazo/aislamiento con otros alumnos, además del potencialmente detectado (alumno 3).Con respecto al alumno identificado en riesgo de acoso (recuadro naranja, alumno 3) el sociograma nos muestra que ha sido rechazado como compañero de pupitre por los otros grupos de alumnos, y en su grupo en la distribución del aula ha sido rechazado por todos (11 votos negativos) menos por 1 con el que comparte una elección recíproca en juntarse y presenta un cierto prestigio prosocial en el grupo que aprovecharemos para nuestra intervención.
En el caso de este alumno, solo disponemos del heteroinforme de los 3 alumnos testigos del rechazo/aislamiento y que se resume en:
- Algunas veces lo aíslan/rechazan y/o hablan mal de él.
- No tiene amigos en la clase pero no parece afectarle.
- Se defiende algo mal de las agresiones y discute bastante; por lo que es poco tranquilo.
- Es algo tímido y no le gusta llamar la atención.
- Creen que es bastante diferente al resto de sus compañeros.
Teniendo en cuenta estas características, podemos definirlo como un alumno en situación de riesgo ya que presenta cierto aislamiento, rechazo y comienza a recibir conductas de acoso; por lo que deberemos adaptar nuestra respuesta a estas circunstancias.
2 Actuaciones.
2.1. Primera respuesta ante el riesgo de acoso
En primer lugar trabajaremos con él mecanismos de control de ira e impulsos (que le ayuden a defenderse mejor ante posibles agresiones) para después diseñar una ayuda entre iguales basada en las preferencias y ubicación de los alumnos identificados como prosociales en el aula.
Para ello, aprovecharemos la reciprocidad con el alumno 22 que, aunque solo cuenta con 4 elecciones recíprocas en juntarse, nos permitirá intentar romper con la dinámica social que conduce a la actual situación de acoso. Esta vinculación con la víctima, y una adecuada colocación de la clase en base a los resultados del sociograma, será imprescindible para articular una respuesta eficiente; ya que, como podemos ver en su actual colocación, los alumnos que están junto al alumno 3 acumulan un elevado número de rechazos.
Esta distribución la determinaremos por medio de una primera entrevista para seleccionar los alumnos ayudantes más idóneos (los más empáticos, tolerantes, negociadores, predispuestos a la escucha, discretos, creativos y responsables) cuyo modelo podremos encontrar en la propia web de SocioEduca. Tras la entrevista, llegaremos a una serie de acuerdos de responsabilidades con ellos, preferentemente por medio del acompañamiento y mediación entre el alumno 3 y el resto de compañeros.
Por último, aprovecharemos la intervención con este alumno para prevenir futuros casos de riesgo de acoso, ya que el análisis sociométrico también nos muestra que hay varios alumn@s con un alto grado de rechazo (alumno 6 con 14 rechazos, alumna 7 con 12 rechazos o alumno 16 con 8 rechazos).
2.2. Estrategias y medidas organizativas.
Tras esta primera intervención, articularemos en primer lugar una respuesta, acorde con el Plan de convivencia del centro, para mejorar la situación; incluso poder tomar esta iniciativa como una referencia para otros grupos.
PLAN DE CONVIVENCIA DEL CENTRO: RELACIÓN DEL CASO CON EL MISMO
El Plan de Convivencia del Centro recoge en su título II, punto 2, 7 grandes objetivos, que pueden resumirse de la siguiente manera: 1) convertir el plan en el instrumento que articule la convivencia, 2) articular los procesos de prevención y mejora, 3) potenciar la educación integral de los alumnos, 4) desarrollar la autonomía y responsabilidad del alumnado, 5) fomentar la colaboración, solidaridad y comprensión, 6) atender y promover aprendizajes significativos e integrales y 7) contribuir a la convivencia y respeto de nuestras diferencias.
El Plan de Convivencia del Centro alude así mismo en su título III, punto 3, a casos concretos en los que uno o varios alumnos generen mal ambiente y aíslen a compañeros de su clase, así como en su punto 5, categoriza y penaliza comportamientos como conflictos, trato incorrecto o actos entre alumnos que puedan vulnerar la dignidad, moral o intimidad de sus compañeros a través de faltas leves (artículo 12.2), graves (artículo 13.2) o muy graves (14.2).
En su Anexo 1, propone diferentes medidas ligadas a mejorar el clima de convivencia. No obstante, no se hace mención a la figura y/o tareas a desempeñar por el coordinador, equipo o comisión de convivencia, por lo cual, seremos nosotros mismos lo que desempeñemos y diseñemos el Plan de actuación, que contará sin embargo, con la colaboración del equipo docente, el Departamento de Orientación y el Equipo Directivo.
Como una de las primeras medidas organizativas implantaremos el proyecto patios inclusivos, centrado en dinamización de actividades alternativas en diferentes espacios del centro, cuatro días a la semana y cada día actividades de juegos cooperativos, talleres y proyección de cortometrajes de su elección y además mayor vigilancia de los espacios de recreo, pasillos y entradas durante el recreo y se propone que exista una dotación de apoyo de guardia de recreo que supervise los inicios de las clases en la primera hora y tras el recreo para evitar situaciones de riesgo (ya que observamos que es en estas horas cuando más alboroto se forma por los pasillos). Además, se propone la habilitación de espacios alternativos como la Biblioteca y un Aula de Juegos para aquellos alumnos que deseen utilizarlas (espacios donde habrá un docente de referencia y en los que se fomentará la participación en diversas actividades, la gamificación educativa y se procurará crear un clima de ocio acorde a aquellos alumnos más afines a estas prácticas. Como medida alternativa, que incluiremos en el Plan de Convivencia, utilizando docentes y alumnos ayudantes se articulará un Plan de Seguimiento de los alumnos/as identificados en riesgo de acoso de manera que puedan acudir a ellos en cualquier momento y que los alumnos acosadores noten este seguimiento para coaccionar su comportamiento agresivo hacia ellos. Se realizará por medio de una serie de informes semanales que recogerán información sobre la evolución del alumnado en seguimiento.
Entre las estrategias organizativas que desplegaremos en nuestra intervención destaca una reorganización quincenal del aula. Este cambio de disposición nos permitirá utilizar al alumnado prosocial para mejorar la convivencia en el aula y fomentar el desarrollo socioemocional de nuestro grupo. Para ello deberemos trabajar sobre los posibles liderazgos negativos que identifiquemos para romper la dinámica del acoso y desactivar esta práctica como forma de reconocimiento social dentro del grupo.
2.3. Inclusión de Metodologías activas
Como propuesta de mejora de la convivencia propondremos la inclusión del Aprendizaje Cooperativo(AC). Este nuevo referente metodológico modifica el clima de convivencia en el aula al cambiar la propia metodología de la enseñanza, fomenta la prevención y permite y fomenta el tratamiento de la diversidad.
El Aprendizaje Cooperatico (AC) es un método de aprendizaje basado en el trabajo en equipo de los estudiantes. Incluye diversas y numerosas técnicas en las que los alumnos trabajan conjuntamente para lograr determinados objetivos comunes de los que son responsables todos los miembros del equipo.
En una situación de aprendizaje cooperativo el grupo de alumnos tiene que trabajar conjuntamente porque se lograrán los objetivos si, y solo sí, cada miembro del equipo consigue los suyos. En esta situación de aprendizaje, se buscan los beneficios para el conjunto del grupo, que lo son, también, para uno mismo (por lo que, observando el sociograma del grupo nos permitirá romper el aislamiento del alumno identificado en riesgo, pero también de aquellos que pueden serlo). La recompensa recibida por el alumno, en el aprendizaje cooperativo, es equivalente a los resultados obtenidos por el grupo. (Ej. El profesor divide el material del tema a desarrollar en distintos documentos. Cada pequeño grupo debe preparar su material adecuadamente para, posteriormente presentárselo al resto de grupos).
El Aprendizaje Cooperativo nos permitirá introducir en el aula:
1. La interdependencia positiva: puede definirse como el sentimiento de necesidad hacia el trabajo de los demás. Cuando los miembros del grupo perciben que están vinculados entre sí para realizar una tarea y que no pueden tener éxito a menos que cada uno de ellos lo logre. Si todos consiguen sus objetivos, se logrará el objetivo final de la tarea. Pero si uno falla, será imposible alcanzar el objetivo final. De este modo todos necesitarán a los demás y, a la vez, se sentirán parte importante para la consecución de la tarea.
2. La interacción "cara a cara" o simultánea: en el AC, los estudiantes tienen que trabajar juntos, favoreciendo, de esta manera, que compartan conocimientos, recursos, ayuda o apoyo.
3. La responsabilidad individual: cada miembro, individualmente, tiene que asumir la responsabilidad de conseguir las metas que se le han asignado. Por tanto, realmente, cada persona es, y debe sentirse, responsable del resultado final del grupo.
4. Las habilidades sociales: necesarias para el buen funcionamiento y armonía del grupo, en lo referente al aprendizaje y también vinculadas a las relaciones entre los miembros. Los roles que cada persona vaya ejerciendo en el equipo (líder, organizador, animador, el "pasota", etc.), su aceptación o no por parte del resto de compañeros, la gestión que hagan de los posibles conflictos que surjan, el ambiente general que existe en el mismo,... son temas que los estudiantes tienen que aprender a manejar.
5. La autoevaluación del grupo: implica, que a los alumnos se les dé la oportunidad y que sean capaces de evaluar el proceso de aprendizaje que ha seguido su grupo. Esta evaluación guiada por el profesor es muy importante para tomar decisiones para futuros trabajos y para, que cada miembro, pueda llevar a cabo un análisis de la actuación que ha desempeñado.
En nuestro caso concreto, será clave la promoción del trabajo en pequeños grupos ( actividades de refuerzo grupal y cohesión) , como paso inicial a la total integración del alumno en el aula. De hecho, porque el “alumno 3” sólo posee un amigo (el “alumno 22”), vamos a ampliar su círculo, integrando en el mismo a uno de los alumnos “prosociales”, con la intención de que este funcione como puente de unión entre el alumno y el grupo clase.
3. Protocolo de actuación.
El protocolo de actuación, una vez resumido el contexto, identificado el problema y realizadas las diferentes propuestas, se articulará de la siguiente forma:
- El tutor ha analizado el sociograma y ha desplegado las primeras medidas señaladas anteriormente (tras recoger la información obtenida en entrevistas individuales y grupales). Ha trabajado en primer lugar estrategias de control de ira con el alumno en riesgo y después ha diseñado un protocolo de actuación con alumnos ayudantes (prosociales).
- El Equipo Docente ha sido informado de esta situación y se ha solicitado su colaboración para el seguimiento y evaluación de las medidas tomadas.
- El Centro ha incluido en sus diferentes Planes las propuestas organizativas plantadas para la mejora de la convivencia (Plan de Patio Inclusivos, Sala de Juegos y habilitación de la Biblioteca en recreos...). Estas modificaciones responderán a las aportaciones de los diferentes organismos que participan en la vida del Centro con el objetivo de que sean Planes consensuados y continuos.
- El Equipo de Orientación ha puesto en marcha el Plan de Seguimiento (realizado por profesores de guardia y alumnos ayudantes) para conocer la situación real de aquellos alumnos/as en riesgo de acoso o que ya han sufrido algún episodio de acoso. Junto al Tutor del grupo mantendrán reuniones mensuales, o inmediatas si la situación es grave, con las familias de estos alumnos para que en todo momento sean conscientes de la situación de sus hijos. Este seguimiento se procurará que sea visible para que sea interpretado por toda la comunidad escolar como medida de actuación contra las situaciones de acoso.
- El Tutor del grupo, analizando los datos obtenidos del sociograma, la información aportada por el Equipo Docente y su propia observación del grupo, realizará una reordenación del aula quincenal.
- El Plan de Acción Tutorial recogerá actividades relacionadas con los diferentes programas específicos de mejora de la convivencia y las diferentes modalidades de agresiones en el aula (Programa Ayudantes TIC, Programa Ciber Mentores, charlas de las fuerzas de seguridad sobre estos temas, proyectos financiados con Fondos Europeos...). El objetivo es fomentar una
- CULTURA COMPARTIDA CONTRA EL ACOSO ESCOLAR
- - VALORACIÓN DE LA ACTUACIÓN Y SEGUIMIENTO.- A través de la medida, hemos ampliado el espectro de relaciones del “alumno 3” y a través de las tutorías, hemos mejorado el ambiente en clase.- Así mismo, hemos ayudado al alumno en riesgo de acoso a entablar una relación directa con un alumno prosocial, en un grupo en el que además ha contado con el apoyo y soporte de su único amigo a inicio de la actuación. A través de la actividad, hemos situado igualmente al alumno en una posición que le ha permitido tener una tarea clara, en la que ha requerido ponerse en contacto con otros alumnos, que le han confiado su trabajo y esfuerzo.- En definitiva, no sólo hemos tratado de integrar al “alumno 3”, sino que hemos tratado de mejorar sus habilidades personales, su capacidad de comunicación, su capacidad de liderazgo y la colaboración con otros alumnos a los que antes era ajeno.- No obstante, nuestro trabajo no acaba aquí, pues debemos realizar un seguimiento, que podría contar con los siguientes puntos: 1) elaboración de un cuestionario global para realizar en tutoría, en el que se recoja de forma anónima información relativa a la convivencia en clase, a posibles problemas y a casos concretos, 2) realización de una entrevista personal con el “alumno 3” a las dos o tres semanas del fin de la intervención, 3) charlar de forma informal con la junta de evaluación de nuestra tutoría, con el fin de valorar si algún docente ha percibido algún tipo de aislamiento, rechazo o intimidación hacia el “alumno 3” y 4) si fuera necesario, también cabría reunirse posteriormente con el “alumno 22” (el amigo del alumno) y evaluar si ha habido algún tipo de avance en la integración, así como si ha percibido algún nuevo intento de rechazo o aislamiento.